Gracias (Poesía)

01/14/2019

Gracias.

Gracias por no sonreírme,
gracias por no mirarme con ojos de enamorada,
gracias por no hacerme volar,
gracias por no inflamarme de vida,
gracias por no buscarme,
por no sacarme conversaciones casuales,
gracias por no ponerte linda para mi,
ni sonrojarte cuando te hablo,
gracias por mantener la distancia.

Nunca, nunca,
aunque no se deba decir
nunca
buscaré tu mirada fugaz
buscaré tu sonrisa especial
buscaré encontrarte…

Porque,
Destino perverso!
no quiero volver a perderme,
no quiero volver a vaciarme,
no quiero que en vanos caminos,
se deshaga mi corazón herido…

 lunes, 4 febrero 2013, 16:49Hs

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 Este poesía (o lo que fuere) podría señalarla como el inicio de la era Post-Años Lacrimosos, dentro de lo que yo digo que es poesía es lo primero que escribí y termine después de esa época; y es, sobre todas las cosas, un “chiste”. Tiene, o tuvo, el problema de ser confundido a veces como otra cosa, a veces se lo interpreta como algo grave quizás o incluso algo triste, cada persona puede interpretarlo como quiera (obvio) y es intencional que pueda sonar melancólico, o a persona con el corazón “demasiado roto”, pero no deja de ser un “chiste”.
 Alguna vez lo han tomado como una declaración de mi parte, y la verdad esa confusión logro quitarme el interés por escribir o por mostrar lo que hago… lo cual claramente es un problema personal, y uno bastante estúpido. Cosas que pasan, nada grave, seguramente también use esto como excusa para no escribir, pero sobre todo, que haya pasado eso es en gran parte mi culpa, ahora explico porqué.
 Dentro de mi poca interesante historia personal, esta poesía pertenece claramente a la etapa Post-Los Años Lacrimosos porque se configura de una manera totalmente distinta a todo lo escribí previamente. Dos razones: ⋅⋅* Quizás no se nota, pero el texto no se toma en serio ni el mismo, lo que plantea y como lo plantea (porque obviamente es muy contradictorio) solo me resulta interesante si se juega al juego donde el “amor” nos vuelve tontos que hacemos tonterías, y sobre todo, si dentro de ese juego, la idea de tontos y haciendo tonterías nos causa gracia o simpatía. ⋅⋅* Por otro lado, y relacionado a lo que dije antes de que era mi culpa las confusiones que recibió, debo decir que esta poesía (o lo que fuere) no me representa, pero no ya por haber cambiado yo con los años o por no hablar de algo contemporáneo en mi vida; no, no me representa porque nunca lo buscó, y eso era algo nuevo en mi manera de escribir, esta poesía es la primera dentro de mi historia que es netamente “ficción”. Si, aunque parezca increíble las cosas escritas en los Años Lacrimosos eran autobiográficas… La verdad, en el fondo también eran una ficción, aunque de otra naturaleza, pero ese es otro tema.
 Seguro tiene que ver con eso de representar un cambio de era para mi, o que puedo ubicarlo cronológicamente después de varios años sin escribir; pero, como pocas veces antes, de Gracias me acuerdo patente el día que se me ocurrió, la historia es la siguiente: estaba en el trabajo aburrido, y pasó a despedirse por la oficina una chica de administración o RRHH (no recuerdo), en su momento, cuando me la presentaron me había parecido una persona interesante, linda y etc, pero la verdad nunca la conocí, y no era importante, sin embargo para matar el aburrimiento, el día que pasó a despedirse me dije “al final nunca le hablaste”. En realidad nunca había tenido ganas de hacerlo, y no por ella que era (y seguramente es) una persona maravillosa, sino porque yo no tenia interés en que me interese alguien; fue entonces que me puse a jugar con la idea de una persona que esta contenta con el hecho de que una mina (que potencialmente le podría romper el corazón) no haya hecho nada para hacerle entender que podía pasar algo entre ellos.
 Seguramente la idea no es original y la verdad no busca serlo, pero me terminó pareciendo graciosa, así que (tratando de evitar un tono creepy o resentido) intente escribir al respecto, busque que sobrevuele todo el tiempo la idea de que el flaco se hace el superado pero obviamente se muere de ganas de que ella le de una señal de que le pasa algo con el, para ser sincero creo que en realidad el protagonista tampoco se moría de ganas de que le pase algo, por ahí solo estaba aburrido (en eso podría sentirme identificado) o quizás se sentía solo (en eso no me podría sentir identificado) pero después se acordaba que le daba pereza (identificado), o recordaba que venia de una relación problemática (no identificado); y simplemente no estaba seguro de querer, o no, que le pase algo con alguien, en fin, lo importante, toda la idea me dio mucha gracia y me terminó inspirando.
 Entonces decidí usar una técnica que a veces uso para que hacer énfasis en algo que no se puede (o no se quiere) decir abiertamente: básicamente giro el sentido de las expresiones(?).
 Por ejemplo alguien podría decirme “mira que lindo lo que escribiste, pensar que tenes la peor ortografía que conozco, ademas de problemas con el alcohol, la vagancia y la gramática”(?), dale loco, para felicitarme así mejor quédate en casa, disfrazas de felicitación lo que claramente busca ser una critica negativa. Pero lo importante, y lo gracioso, en ambos casos, es esa parte de verdad que tiene el enunciado, el protagonista esta agradecido con la no-historia triste, pero también esta muerto de ganas de vivir todas esas cosas lindas que vienen con un enamoramiento/historia/etc.
 Esto es relevante ya que esta poesía inauguro la etapa donde empece a buscarle otro motor a lo que escribía, por lo menos a lo que escribía en este tono, ya que no estaba viviendo historias de la manera que me llevara a escribir como en Los Años Lacrimosos, por eso también fue importante que sea un “chiste”, porque ese terminó siendo el sentido de ser de lo que estaba escribiendo. Ya no era reflejar algo que estaba viviendo, como hacia en la etapa previa, por esto también entiendo que haya gente que pensó que el protagonista era yo, porque en los escritos de Los Años Lacrimosos, efectivamente, el protagonista era yo.
 En fin, me gusto bastante cuando lo escribí y me sigue gustando bastante aún hoy, espero que alguien lo disfrute y le pueda causar un poco de gracia, aunque sea por sentirse reflejado en lo que se plantea, creo que todos en algún momento (o en algún sentido) nos podemos sentir reflejados en ese “quiero pero no quiero” que nos generan las cosas importantes, esas cosas, que un poco, “amamos sufrir”. En el fondo lo importante es precisamente aprender a tomárselo como algo “gracioso”, al fin y al cabo tomarse las cosas con humor siempre es la mejor manera de tomarselas.
 Saludos!
PD: Acabo de notar que esto lo tenia guardado en un mail que me “auto envié” el día que lo escribí, Febrero de 2013… hace aproximadamente seis años, que locura.